Con nuestro nacimiento comenzamos el viaje en la historia de la humanidad. Vivimos procurando dejar una huella grande o pequeña que señale los sitios por donde pasamos y/o las cosas que dejamos. Es un proceso continuo, diario, sin pausas ni ensayos.
Para este proceso no existe guía ni patrón especifico. Venimos con nuestra carga genética y fenotípica, contamos con las lealtades al clan familiar y grupo étnico-social. Cargamos con la historia de la evolución sin darnos cuenta y en ningún lugar se nos dice cual es dicho historial ni como asumirlo.
A temprana edad nos inscriben en los institutos de educación para “formarnos” y recibimos una avalancha de información para que nos adaptemos al modelo de vida social que nos toca vivir. Cuentos, reseñas, experiencias y vivencias de otras personas nos llegan a tocar la puerta del conocimiento. Se nos premia por “aprender” toda esa información.
Comienza el viaje del niño desde su conocimiento innato para llegar al adulto culto, como ya dije es un viaje continuo, día a día y sin ensayos. Todos o por lo menos una gran mayoría hemos transitado por las aulas de los colegios, hemos aprendido lo que se nos enseñó y vivimos la vida haciendo uso de tales conocimientos.
Nuestro desempeño laboral depende de la cantidad y calidad de información que hayamos captado en el proceso. Nuestra felicidad depende de los logros alcanzados por el desempeño laboral, el dinero ganado, las comodidades que hemos acopiado y los éxitos obtenidos en el transcurso de nuestra historia.
Hasta hace poco tiempo relativo, unos 50 años, el ser humano nacía, crecía, se desarrollaba, se multiplicaba y después moría pero los efectos de la globalización con su mezcla de culturas y filosofías, la evolución propia del planeta, Gaia violentada por el abuso consumista irracional del hombre y las dimensiones de la nueva estructura del ciclo planetario (ahora la tierra gira más rápido y el grado de inclinación es diferente) ha obligado al homo sapiens a volverse un homo curioso y hacérselo preguntas.
Esas preguntas son tan sencillas y a la vez tan complicadas de responder desde la óptica y con las herramientas propias de los sistemas educativos vigentes. Esa curiosidad ha retado a muchos a indagar, investigar y pretender resolver el enigma o la paradoja de los paradigmas.
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Este curso que te presentamos pretende darte unas herramientas lo más sencillas posible con las cuales te conviertas en tu propio entrenador mientras estás en el viaje de tu vida. Es el primer paso de convertirte en ti mismo con todo el conocimiento que te compete. Nos decidimos por darle este nombre por nuestro gusto por los viajes y el potencial educativo que de ellos obtenemos.